Personaje Caribe
Zumaqué: la esencia de ser Caribe
Zumaqué: la esencia de ser Caribe
Mucho se puede decir del maestro Francisco Zumaqué, compositor, arreglista, productor y director de orquesta, creador de esa unificadora canción, casi un himno nacional para la mayoría de los colombianos: Sí, sí, Colombia. Sí, sí, Caribe. Con su trabajo ha logrado exponer nuestra música en diversos públicos alrededor del mundo, y llegar, incluso, a aquellos renuentes de la popularidad y defensores de la música erudita.
Desde los 6 años, quien naciera en Cereté, Córdoba, en 1945, ha basado su trabajo en la afirmación de lo caribeño, lo cual, dice, no es una decisión sino algo que brota de lo más profundo de su ser. “A la vez que me afirmo yo estoy afirmando lo uno, y a la vez que afirmo lo Caribe me estoy afirmando a mí mismo. De allí que sea tan importante la necesidad de que cada uno de nosotros, los Caribe, podamos sentir ese concepto y ver en el otro el reflejo más profundo de nuestro ser”.
Como recuerdo de la fuerza que profesa nuestra esencia sobre culturas distantes, Zumaqué recuerda que cuando quería estudiar con Nadia Boulanger (reconocida compositora y maestra de grandes músicos), en París, fue con un baúl lleno de partituras de música elaborada, de academia, para la evaluación. Luego de haber interpretado varios temas sin ningún éxito con la profesora, se sentó al piano desesperado, con la ilusión perdida, y tocó una canción de la región de seis octavos y eso fue lo que cautivó la atención de la experta de origen ruso.
Sobre esto, dice que es debido a que nuestra cultura tiene una gran capacidad de seducción que se ve reflejada en todas nuestras artes. “Por eso tengo yo tanta confianza de ir a hacer conciertos a Rusia o a Finlandia, o Alemania, y tener la seguridad de que el éxito me va a acompañar y que los conciertos van a ser absolutamente exitosos, porque me acompaña algo muy fuerte que es la cultura Caribe”.
El maestro Zumaqué se define a sí mismo como un hombre que quiere exaltar nuestros valores, sencillo, buena persona. “Me defino como un jardinero que recoge flores musicales para repartirle a la gente que quiero y buscar la manera de que sean muchos más felices y que se realicen en sus vidas”. Por eso una de las cosas que más lo satisface es ver las sonrisas en la gente cuando escucha sus composiciones.
Para él la música es la conexión con Dios, con el más allá, con lo supremo, es la posibilidad de encontrar definitivamente una espiritualidad muy grande, con un lenguaje que toca el corazón de los seres humanos. “Yo sé que la música tiene una fuerza que va más allá las notas, que va más allá de los ritmos y las melodías, y que tiene un elemento psicológico y social. Es ese elemento precisamente el que me interesa capturar y lograr en el oyente”.
Su sueño en la actualidad es exaltar su música, la nuestra “a nivel de música de cámaras, de música sinfónica, de músicas populares y mostrarlas al mundo para que el mundo sepa cuán grande es el corazón Caribe”, sostiene. Para lograr esto, Zumaqué cree que es necesario que haya una integración como nación, a través de la reafirmación de la región.
“A mí, por ejemplo, me parece extraordinario el hecho que por razones deportivas, o lo que sea, todo el pueblo colombiano se pare en un momento y diga: Sí, sí, Colombia. Sí, sí, Caribe. Si esa magia la puede hacer una canción imagínense si nosotros trabajamos juntos para lograr no solamente hacer una canción sino miles de canciones en esa dirección, hacer obras de cámara, obras sinfónicas: Ese es mi proyecto de vida”, concluye el maestro, que esta noche nos hará una invitación a ir en esa dirección, la del Sí, sí.
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